Ezequiel 11:19-20Reina-Valera 1960 (RVR1960)

19 Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne,

20 para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios.

 

Ezequiel 36:26Reina-Valera 1960 (RVR1960)

26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.

 

Cuando el ser humano hace la transición y pasa de la etapa de niño a adolescente, su corazón inicia una transformación, debido a los golpes que la misma vida le va generando, recordemos que el corazón al que hago referencia es el corazón espiritual (Pensamientos, deseos, propósitos, sentimientos).


El corazón de carne comienza a tomar decisiones que día  a día de acuerdo al entorno donde viva se va colmatando de basura (Odio y resentimiento) que se se va endureciendo, hasta tal punto que los golpes lo endurecen como una piedra olvidándose incluso de su creador.


El PERDÓN es uno de los antídotos por excelencia para este tipo de enfermedad, el va quitando las capas endurecidas y logra que tu alma vaya teniendo reposo. No importa tu estrato, ni tu condición intelectual, el corazón es como un imán, siempre atrae lo malo y pocas veces lo bueno. Sabemos que lo bueno entra y sale mientras lo malo (Odio y resentimiento) se queda y mina el alma, logrando con ello que tu vida sea como una montaña rusa, unas veces bien otras regulares y otras mal, y quizás son las mas mal que las anteriores.


El hombre tiene un promedio de vida de unos 70-80 años, de los cuales 10 son de formación corporal e intelectual, otros 10 donde absorbes  la basura que te ofrece el mundo y el resto antes de las enfermedades degenerativas, expresas lo que en tus años anteriores absorbiste. La mayoría de las veces vamos a ver personas acudiendo a CRISTO en busca de la limpieza del corazón, y creo que esa es la mejor de las decisiones ya que solo EL es quien nos puede sacar del lodo endurecido que a la final se vuelve roca.


El perdón como le dije anteriormente, nos libera de muchas cadenas,  así como también cura las heridas que quedan después de cada tropiezo, con el perdón se procesa y se expresa la naturaleza de DIOS que es amar. 

Con el perdón, nos liberamos de angustias, rencores, orgullo, tristeza, con el perdón se restaura nuestro interior y la relación con quien nos hayamos disgustado. Con el perdón, enseñamos a otras personas a perdonar y ser perdonadas… El Señor dice que si perdonamos a otros sus ofensas, entonces EL también nos perdonará a nosotros.

 

Perdonar es una decisión que se toma con mucha convicción. Uno cree perdonar, pero a la larga, seguimos pensando en aquello que nos causó dolor, guardamos rencor a las personas que nos hirieron; ESO NO ES PERDONAR. Aquel que sabe perdonar deja ir la SITUACIÓN, deja de pensar en ello y en la persona; aquel que perdona, no vive de los recuerdos del pasado, pues sabe dejar ir cada cosa dañina que le impide vivir en paz. No estoy diciendo que perdonar sea fácil o imposible, pero si no empiezas ahora QUE PUEDES, ¿HASTA CUANDO LO HARÁS?...¡cuando tengas que ver a la persona con la que te peleaste, en el sepulcro! qué tal que si fuera el sepulcro de tu madre, de tu hermano, de tu padre, de tu pareja, de tu hijo, ¿En verdad estás esperando hasta ese momento para pedir perdón? Perderías una valiosa oportunidad de enmendar la situación, podrías estar disfrutando hoy de una linda velada con tus padres, con aquel amigo a quien aprecias, con tu pareja; pero si puede más tu orgullo, entonces, estarás tirando todo a la basura.

 

Por ultimo quiero decirte que con un corazón de piedra es imposible acceder al reino de DIOS y verle, de ahí que es imprescindible e imperioso tomar la mejor de las decisiones: ENTREGAR TODO LO QUE TIENES AL SEÑOR JESÚS CRISTO incluida tú VIDA. Solo EL quien te conoce sabe en qué áreas de tu vida debes ser limpiado y regenerado, no es en cárceles ni con médicos que se logra la cura de nuestro corazón es yendo a la presencia de CRISTO quien a través de su SANTO ESPÍRITU nos libera y nos da otro CORAZÓN acorde a la necesidad.