Satanás es mucho más que una "influencia" o un "desorden de conducta" que afecta la vida del cristiano y de los no cristianos. Satanás es un ser que tiene personalidad, que fue arrojado de los cielos juntamente con la tercera parte de los ángeles del SEÑOR, a quienes engañó de la misma manera en que, hoy día, engaña a muchos cristianos y al mundo entero.

 

Como él se enseñorea de los no cristianos, no tiene problemas con ellos, el problema está en aquellos que se le han salido de su área de influencia, estos llamados cristianos verdaderos, fieles seguidores de CRISTO, han logrado en menor mayoría desprenderse en parte de su influencia, teniendo en cuenta que este mal aún sigue en nuestro cuerpo.  

¿Puede Ser Poseído un VERDADERO CRISTIANO?

 

¡No! Un verdadero cristiano no puede ser poseído porque posesión significa ser dueño de, y JESUS CRISTO es el dueño de todo cristiano, no el diablo.

 

Los demonios están en el cuerpo y en el alma del cristiano tal como cualquier enfermedad mas no en su espíritu, por eso debemos crucificar la carne y echar fuera los demonios.

El Ministerio de JESUS CRISTO tiene tres facultades: Es Salvador, Liberador y Sanador, mientras el hombre en su creación original era: Espíritu, Alma y Cuerpo. Hoy es alma cuerpo y espíritu, en esta condición es presa fácil del león rugiente.

 

Los demonios no habitan el espíritu del cristiano, pues éste fue regenerado en el instante del nuevo nacimiento. Hoy el ESPIRITU SANTO habita en el espíritu del cristiano y está en unión con él, haciéndolo diferente del hombre natural, quien todavía es gobernado por Satanás de manera sutil, sin que este lo perciba hasta que comete la infracción.

 

El hombre necesita salvación en tres dimensiones: espíritu, alma y cuerpo. JESUS CRISTO suple esta necesidad del hombre, en su: Regeneración, como nuestro Salvador; Restauración del alma como Liberador y Sanidad del cuerpo, como nuestro Sanador.

JESUS es el Salvador del espíritu del hombre por el poder de "justificación y regeneración". Al nacer de nuevo por medio del ESPIRITU SANTO, aunque el cristiano recibe regeneración de su espíritu, muchas veces permanecen en su cuerpo desórdenes y enfermedades físicas.

 

JESUS CRISTO, es el Liberador del alma echando de allí demonios engañadores que residen en el cuerpo del cristiano y que obstaculizan y obstruyen el crecimiento espiritual del alma. Estos demonios impiden que el cristiano tenga control total sobre sus decisiones y pensamientos. En el alma están las funciones de la mente, las emociones y la voluntad del creyente y éste es el campo de batalla de los demonios en la vida del cristiano.

El SEÑOR JESUS CRISTO, con su sangre, compró al creyente y le ha hecho un mayordomo de su propia vida. El diablo no tiene ningún derecho legal sobre él y, por tanto, corresponde al creyente defender sus derechos. Ningún demonio puede quedarse cuando un cristiano desea seriamente que se vaya. "Resistid al diablo y huirá de vosotros" (Santiago 4:7).

 

Los demonios consideran el cuerpo de la persona donde viven como su "casa". "Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí" (Mateo 12:4344a).

No es raro que los demonios hablen a través de la persona cuando se está liberando (Marcos 1:23-24). Muchos dicen: "Esta es mi casa". Se refieren al cuerpo de la persona, y pretenden engañar a la persona y al pastor que hace la liberación haciéndoles pensar que tienen derecho sobre ese cuerpo.

 

Pero ningún demonio puede sustentar tal pretensión. Todos los demonios son mentirosos y son engañadores. Los demonios no tienen ningún derecho a los cuerpos redimidos por la sangre de nuestro SEÑOR JESUS CRISTO.

 

En el Nuevo Testamento se llama a los demonios 25 veces "espíritus inmundos". El término "inmundo" es la misma palabra que se usó para designar a ciertos animales que los israelitas no podían comer (Hechos 10:11-14). El cerdo era uno de esos animales "inmundos". De acuerdo con la ley del Antiguo Testamento no se podía comer ni siquiera tocar. El Nuevo Testamento levanta esta prohibición al demostrar que estas criaturas eran como tipos espirituales. "Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de CRISTO" (Colosenses 2: 15-17).

 

¿Qué haría usted si una manada de cerdos inmundos entrara a su sala y comenzara a apoderarse de su casa? ¿Permitiría tal cosa? ¿No les prestaría ninguna atención con la esperanza que pronto saldrían por sí solos? ¿O procuraría limpiar toda la suciedad tan rápido como la hicieran? Con certeza que usted no haría ninguna de estas cosas. Usted les echaría tan rápidamente y tan sin contemplaciones como le fuera posible. Y esta debe ser nuestra actitud hacia los espíritus demoníacos. Tan pronto como son descubiertos, deben ser expulsados.

 

Efesios 6:12 expresa cuatro cosas importantes sobre nuestro enemigo espiritual. Primero. Dice que luchamos contra principados. El término griego para principados es "archas". Esta palabra se usa para describir cosas en una serie, como gobernantes, líderes y magistrados. Así, una "serie" de líderes o gobernantes describiría su rango y organización. Por tanto, la palabra "principados" nos dice que el reino de Satanás está muy organizado. Las fuerzas de Satanás quizás se parecen mucho a la organización que tiene el ejército, donde el presidente es el comandante en jefe y luego siguen los generales, los coroneles, los mayores, los capitanes, los tenientes y así hasta el último soldado. Satanás es la cabeza de su reino y tiene bajo él un rango de espíritus gobernadores que, al final de cuentas, le están sujetos. El término "principado" se define como "el territorio o jurisdicción de un príncipe, o la región que da título a un príncipe". Así vemos que estos espíritus gobernadores están asignados a áreas tales como naciones y ciudades.

 

También encontramos en Efesios 6:12 que nuestra lucha es contra potestades. La palabra griega para potestades es "exousias", Este término también se traduce como "autoridad" y esta palabra nos dice que los demonios colocados sobre diversas áreas o territorios reciben autoridad para llevar a cabo las órdenes que les hayan sido asignadas. El soldado cristiano no debe desmayar ni descorazonarse al saber que a quienes él enfrenta han recibido autoridad, porque el creyente tiene una autoridad aún mayor. Está investido con la autoridad del nombre de JESUS. "Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios" (Marcos 16: 17).

 

Este versículo dice que el creyente tiene una autoridad mayor que la de los demonios. Los demonios están obligados a someterse a la autoridad del nombre de JESUS. La Escritura revela que los demonios no sólo tienen autoridad, sino que también tienen poder.

En Lucas 10:19 leemos del "poder" del enemigo, la palabra que se traduce poder, en griego es "dunamis". Nuestros términos dínamo y dinamita vienen de esta voz. Pero este hecho no debe intimidar al guerrero cristiano porque en la palabra de Dios ha recibido la promesa que puede tener mayor poder que el enemigo. "Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el ESPIRITU SANTO" (Hechos 1:8).

 

El poder del creyente le llega con el bautismo en el nombre del Padre, del Hijo y del ESPIRITU SANTO. JESUS, sabe que sus seguidores necesitan tanto la autoridad como el poder para enfrentarse al enemigo.

 

El SEÑOR JESUS CRISTO hoy da a su iglesia la autoridad y el poder para resistir y echar fuera a demonios. En Marcos 16:17 se nos dice que los creyentes pueden expulsar demonios en el nombre de JESUS. La promesa no se limitó a los apóstoles o a los discípulos del primer siglo, sino es una promesa para todos los creyentes de todos los tiempos.

Sería muy tonto Ir contra los espíritus demoníacos sin este poder y sin esta autoridad. La autoridad nos viene por medio de la salvación; el poder llega a través del bautismo en el Espíritu Santo. El poder dado al creyente por medio de los Dones del ESPIRITU SANTO, como las palabras sobrenaturales de conocimiento y de discernimiento de espíritus, son indispensables en la batalla espiritual. Este poder, y la autoridad del nombre de JESUS se dieron al creyente para vencer a los poderes demoníacos.

 

Los poderes demoníacos están puestos en orden de batalla, y han recibido autoridad de Satanás para controlar todo el mundo y plagarlo con la maldad más dañina. No hay ventaja para nosotros en ignorar las fuerzas y los métodos del demonio. Esto solamente permite que Satanás obre sin ser descubierto y sin oposición. Dejar de llegar a participar activamente en la batalla espiritual es insinuar que no cuidamos lo que se hace de nosotros mismos, nuestros seres amados, nuestra comunidad, nuestra nación y nuestro mundo. Muchos cristianos no se han comprometido en la lucha espiritual porque nunca han recibido enseñanza sobre su importancia ni sobre la forma como debe llevarse a cabo.

 

Hoy Satanás ostenta su poder por medio del espiritismo, del ocultismo, de las religiones falsas, y de las sectas, como nunca antes en toda la historia de la humanidad. La iglesia se está viendo obligada a reexaminar sus propios recursos.

 

Es obvio que uno debe hablar cuando está expulsando los demonios. También debemos hablar a los demonios que nos asaltan desde el exterior. Por ejemplo, suponga que un demonio acaba de decir a su mente, "fulano de tal piensa que eres un estúpido". Los demonios nos hablan de esa manera. Así plantan semillas de resentimiento y de sospecha.

Debes, por consiguiente, aprender a distinguir entre lo que viene de ti mismo, lo que viene de DIOS, y lo que viene de Satanás. Entonces podrás dirigirte así al demonio: "Demonio, eres un mentiroso. Rechazo ese pensamiento respecto a mi amigo. Mi mente está bajo la protección de la sangre de JESUS. Te ato en mis pensamientos. Te ordeno salir y dejarme solo en el nombre todopoderoso de JESUS".

 

La Batalla por el Hogar Hoy, en muchos hogares, aunque el esposo, la esposa y los hijos puedan profesar ser cristianos, hay contiendas, divisiones, confusión y caos. Es tiempo que el diablo asuma su parte de culpa que le corresponde, y es tiempo para que las familias aprendan cómo expulsar al demonio de sus hogares.

 

COMO ENTRAN LOS DEMONIOS.

 

Los demonios son personalidades perversas. Son espíritus malos, son seres espirituales. Son los enemigos de DIOS y del hombre. Sus objetivos Son tentar a los seres humanos, engañar, acusar, condenar, oprimir, ensuciar, resistir, oponerse, controlar, robar, afligir, matar y destruir.

 

Los demonios entran por medio de puertas abiertas, si reciben una oportunidad. Deben hallar alguna abertura. En otras palabras, no se coge un demonio al andar por la calle, y toparse accidentalmente con alguno que ande buscando "casa". La organización del reino de Satanás le capacita para atacar personalmente a cada uno de nosotros. No hay nadie en la faz de la tierra que escape al acecho de Satanás. El traza un plan para arruinar y destruir a todos. Es tremendo darse cuenta que usted y yo somos blanco definido de las asechanzas de Satanás, Pero ¿cómo logra entrar?

 

PECADO:Uno mismo puede abrir la puerta para que entren los demonios con los pecados de omisión o de comisión. En la BIBLIA hay muchos ejemplos, Judas, Ananías y Safira quienes vendieron su propiedad para poder dar todo el producido en beneficio de la Iglesia. Pero tanto esta pareja como Judas, se volvieron codiciosos y decidieron guardar parte del dinero para su propio provecho.

 

"Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al ESPIRITU SANTO, y sustrajiste del precio de la heredad?"(Hechos 5:3).

 

A causa de su pecado Ananías y Safira abrieron puertas para ser llenos de los espíritus de codicia, de mentira y de engaño. Lo mismo puede suceder a todo el que peca voluntariamente.

 

En Gálatas 5 hay una lista de diecisiete "obras de la carne". Incluye los pecados de adulterio, fornicación, brujería, odio, ira, contienda, envidia, homicidio, borrachera, etc. Entonces, ¿cuál es la relación entre las obras de la carne y las obras de los demonios? Cuando el hombre cede a la tentación, peca en la carne. Por medio de ese pecado se abre la puerta para la invasión del enemigo. Entonces hay un problema compuesto, la carne y el diablo. La solución es doble: crucificar la carne y expulsar los demonios. Un ejemplo clásico de puerta abierta por el pecado de omisión es no perdonar.

 

DIOS  a través de su PALABRA, continuamente nos advierte que todos los que hemos experimentado su perdón y rehusamos perdonar a otros, seremos entregados a los atormentadores. ¿Qué designación más clara se puede encontrar para los espíritus demoníacos, que el nombre "atormentadores"? La falta de perdón abre la puerta a la tortura del resentimiento, al odio y a otros espíritus que se relacionan con ellos.

Los espíritus del mal no tienen el sentido de jugar limpio. Nunca vacilan en aprovechar completamente los momentos de debilidad en la vida de una persona. Desde luego, el tiempo más débil en la mayoría de las vidas es la niñez. Un niño depende por completo de otros para su protección.

 

Los padres cristianos necesitan comprender sus responsabilidades para proteger a sus hijos, y también saber cómo liberarlos de opresiones demoníacas. Si un niño crece en un hogar así, desde pequeño va a sentirse preocupado y avergonzado. La forma más rápida de entender que puertas se han abierto para que entren los demonios es oír un relato de la niñez de la persona. Circunstancias de la vida Los espíritus del mal no tienen el sentido de jugar limpio.

 

Nunca vacilan en aprovechar completamente los momentos de debilidad en la vida de una persona. Desde luego, el tiempo más débil en la mayoría de las vidas es la niñez. Un niño depende por completo de otros para su protección. Los padres cristianos necesitan comprender sus responsabilidades para proteger a sus hijos, y también saber cómo liberarlos de opresiones demoníacas. Algunos de los síntomas más frecuentes producidos por los demonios que habitan en un individuo son los siguientes:

 

A. Problemas emocionales. Son perturbaciones de las emociones que persisten o reinciden. Algunas de las perturbaciones más comunes son: resentimiento, odio, ira, miedo, rechazo (el sentimiento de ser indeseable y de no ser amado), autocompasión, celos, depresión, preocupaciones, inferioridad e inseguridad.

 

B. Problemas mentales. Son perturbaciones de la mente o de los pensamientos tales como diferir las cosas de un día para otro sin decidirse, intransigencia, como tormento mental, confusión, duda y pérdida de la racionalidad y la memoria.

 

C. Problemas del habla. Brotes explosivos o uso incontrolado de la lengua. Esto incluye la mentira, la maldición, la blasfemia, la crítica, la burla y el chisme.

 

D. Problemas sexuales. Son pensamientos y actos sucios, recurrentes, referidos al sexo. Aquí se incluyen las experiencias sexuales fantasiosas, la masturbación, la lujuria, las perversiones, el exhibicionismo, la homosexualidad, la fornicación, el adulterio, el incesto, la insinuación y la prostitución.

 

E. Adicciones. Las adicciones más comunes son a la nicotina, al alcohol, a las drogas, a la cafeína y a los alimentos.

 

F. Enfermedades físicas. Muchas enfermedades y aflicciones físicas se deben a espíritus de enfermedad (ver Lucas 13:11). Cuando se expulsa un demonio de enfermedad, siempre es indispensable orar por la sanidad de cualquier daño que haya resultado. Así, hay una relación muy estrecha entre liberación y sanidad.

 

G. Errores religiosos. Cualquier grado de participación en el error religioso puede abrir la puerta a los demonios. Se sabe que los objetos y la literatura procedentes de error religioso, atraen los demonios a las casas.

 

1. Religiones falsas, por ejemplo, religiones orientales, religiones paganas, filosofías y ciencias mentales. Hay que notar que esto incluye disciplinas tan populares como los ejercicios de yoga y el karate que no se pueden separar de la adoración pagana.

 

2. Sectas cristianas, como el mormonismo, los testigos de Jehová, la ciencia cristiana, la música  y otros. Estas  sectas niegan o confunden la necesidad de la sangre de CRISTO como la única vía para la expiación del pecado y para la salvación. Las sectas también incluyen algunas logias, sociedades y organizaciones sociales que usan la religión, la PALABRA e inclusive a DIOS, como fundamento, pero omiten el sacrificio expiatorio de la sangre de CRISTO.

 

Todos esos cultos y sectas se pueden clasificar como "religiones sin sangre", que tendrán la apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella en (2 Timoteo 3:5).

 

3. El ocultismo y el espiritismo. Es decir sesiones de espiritismo, brujería, magia, tabla ouija, levitación, lectura de la palma de la mano, escritura automática, percepción extrasensorial, hipnosis, horóscopos, astrología, adivinación, etc. NOTA: Todos los métodos de buscar conocimiento sobrenatural, sabiduría, guía y poder aparte de DIOS, están prohibidos (ver Deuteronomio 18: 9-15).

 

4. Falsas doctrinas. En 1 Timoteo 4:1, el ESPIRITU SANTO, nos advierte del gran aumento de los errores doctrinales promovidos por espíritus engañadores y seductores en estos últimos días. Tales doctrinas están diseñadas para atacar tanto a la humanidad como a la deidad de nuestro SEÑOR JESUS CRISTO; para negar la inspiración de las Escrituras; para distraer a los cristianos del movimiento del Espíritu; para provocar la desunión en el cuerpo de CRISTO, para causar confusión en la iglesia mediante la obsesión con doctrinas, junto con una compulsión para propagar tales doctrinas; para hinchar a un individuo con un sentimiento de superioridad en la revelación, haciendo de aquel en el error alguien inenseñable; para promover el énfasis en actividades carnales y presentarlas como vía de acceso a lo espiritual, como en el caso de los ascetas o de los vegetarianos.

 

Siete Pasos para ser Liberados

 

1.  Honradez. Se debe ser honesto consigo mismo y con DIOS si se espera recibir la bendición de DIOS de la liberación. La falta de honestidad mantiene áreas de la vida en tinieblas. Los espíritus demoníacos medran en tales tinieblas, pero la honradez ayuda a sacarlos a la luz. Todo pecado que no se confiese o del cual no haya habido arrepentimiento, otorga al demonio un "derecho legal" para quedarse.

 

Pídale a DIOS que le ayude a verse a sí mismo como él lo ve y a traer a la luz cualquier cosa que no sea del SEÑOR. "Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a mi DIOS; y tú perdonaste la maldad de mi pecado" (Salmo 32:5). "Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno" (Salmo 139: 23-24).

 

2. Humildad. Esto implica reconocer que uno debe depender de DIOS y de su provisión para la liberación. " ... DIOS resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Someteos, pues, a DIOS; resistid al diablo, y huirá de vosotros" (Santiago 4:6b-7). Esto también implica una apertura completa con los siervos de DIOS que ministran la liberación. "Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados.." (Santiago 5: l6).

 

3. Arrepentimiento. El arrepentimiento es un regreso decidido a apartarse del pecado y de Satanás. Es indispensable aborrecer todo mal de la vida y dejar de estar de acuerdo con el mal.

 

"¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? (AMOS 3:3). Se debe aborrecer el pecado. "Y allí os acordaréis de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis; y os aborreceréis a vosotros mismos a causa de todos vuestros pecados que cometisteis" (Ezequiel 20 :43).

 

La liberación no se debe usar simplemente como alivio de los problemas, sino para ser más como JESUS, por medio de la obediencia en todo lo que DIOS requiere. Arrepentimiento es dejar todo aquello que estorba el crecimiento espiritual, el ministerio y el compañerismo. El arrepentimiento necesita una confesión sincera de todos los pecados. Esto quita cualquier derecho a los espíritus demoníacos.

 

4. Renunciación. La renunciación es dejar el mal. La renunciación es la acción que resulta del arrepentimiento. "Al ver él (Juan el Bautista) que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento" (Mateo 3:7-8). Producir frutos de arrepentimiento implica más que palabras. Es una demostración del arrepentimiento, es la prueba que ya se dejaron esos pecados. Por ejemplo, si alguien se arrepiente de la lujuria y de la concupiscencia, es necesario que destruya todo material pornográfico. Si alguien se ha arrepentido de un error religioso es necesario que renuncie completa y totalmente mediante destruir toda la literatura y todas las cosas asociadas con tal error. "Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos.

 

5. Perdón. Dios perdona libremente a todos los que confiesan sus pecados y piden perdón por medio de su Hijo (ver 1 Juan 1 :9). El espera que perdonemos a quienes nos hayan herido en cualquier forma. "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre Celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco mi Padre os perdonará vuestras ofensas" (Mateo 6: 14-15). La voluntad de perdonar es absolutamente esencial para la liberación (ver Mateo 18:21-35). Ningún ministro que haga liberación puede efectuarla a menos que el candidato haya cumplido las condiciones de DIOS.

 

6. Oración. Pídale a DIOS que le libere y que lo mantenga libre en el nombre de JESUS. "Y todo aquel que invocare el nombre de DIOS será salvo ... (Y todo aquel que invocare el nombre del SEÑOR será liberado)" (Joel 2:32a).

 

7. Guerra. La oración y la batalla son dos actividades separadas y distintas. La oración es hacia DIOS y la guerra es hacia el enemigo. Nuestra batalla contra las potestades demoníacas no es carnal, sino espiritual (ver Efesios 6:12; 2 Corintios 10:3-5). Es indispensable usar como armas la sumisión a DIOS, la sangre del SEÑOR JESUS, la palabra de DIOS, y el propio testimonio como creyente (véase Santiago 4:7; Apocalipsis 12:11; Efesios 6:17). Identifique los espíritus, diríjase a ellos directamente por su nombre, y con voz de mando y en fe, ordéneles salir en el nombre de JESUS. Entre en batalla con decisión y seguridad de victoria. CRISTO no puede fallar. EL es el líbertador. "Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios ..." (Marcos 16: 17a). "He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones. y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará" (Lucas 10:19). "DIOS, roca mía y castillo mío. y mi libertador . . ." (Salmo 18:2). Una vez liberado usted debe tener en cuenta los siguientes pasos:

 

Siete Pasos para Retener la Liberación

 

1. Usar Toda la Armadura de Dios. La armadura espiritual del cristiano aparece descrita en Efesios 6:10-18. Hay siete piezas en esta armadura: (1) Los lomos ceñidos con la verdad. 2) La coraza de la justicia. (3) Los pies calzados con el apresto del evangelio de la paz. (4) El escudo de la fe. (5) El yelmo de la salvación. (6) La espada del Espíritu que es la palabra de Dios. (7) La oración en el Espíritu. Es indispensable prestar atención al "yelmo de la salvación" porque es el guardián del pensamiento. La mayoría de los demonios al asaltar los pensamientos busca entrar de nuevo. Conviene ser muy cuidadoso con los pensamientos que se puedan considerar como negativos, porque son del enemigo. Sepárelos de los suyos. Reprenda y rechace los pensamientos que le den los demonios y reemplácelos con pensamientos espirituales positivos (ver Filipenses 4:8). Resista al diablo a la primera señal de ataque.

 

2. Confesar Positivamente Las confesiones negativas caracterizan la influencia demoníaca: Las confesiones positivas son expresión de la fe. Confiese lo que la palabra de DIOS dice. Cualquier otra confesión abrirá la puerta al enemigo. "Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho" (Marcos 11:23).

 

3. Permanecer en las Escrituras. JESUS soportó la tentación de Satanás usando las Escrituras. La palabra de DIOS es un espejo para el alma (Santiago 1 :22-25); es una lámpara que nos guía los pies (Salmo 119:105); es un agente de limpieza (Efesios 5: 25-26); es una espada de dos filos que descubre las intenciones del corazón (Hebreos 4:12); y es alimento para el espíritu (1 Pedro 2:2; Mateo 4:4). Nadie puede mantener su liberación si no considera la palabra de Dios como un factor primario en su vida. "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley del Señor está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo 10 que hace, prosperará" (Salmo 1: 1-3).'

 

4. Crucificar la Carne. Tome diariamente su cruz y siga al SEÑOR JESUS CRISTO (Lucas 9:23). Rompa con todos los viejos patrones que le han mantenido a usted ligado a los espíritus del mal. Si los apetitos de la carne, los deseos, y la concupiscencia, no se llevan a la cruz, se deja una vía abierta para que los demonios regresen (Gálatas 5: 19-21, 24).

 

5. Desarrollar una Vida de Continua Alabanza y de Constante Oración La alabanza silencia al enemigo. La alabanza no es -una actitud del corazón. La alabanza es una expresión hacia Dios de gratitud, de adoración y de gozo por medio del habla, el canto, la danza, el aplaudir, el tocar instrumentos musicales, etc. Ore en el Espíritu (en lenguas) y también en el entendimiento (1 Corintios 14:14), "ore sin cesar" (1 Tesalonicenses 5:17).

 

6. Mantener una Vida de Compañerismo y de Actividades Espirituales La oveja que se aparta del rebaño es la que corre más peligros. Encuentre y cumpla su función dentro del cuerpo de CRISTO. Anhele los dones espirituales y permita que obren en usted dentro de su iglesia (véase 1 Corintios 12: 7 -14). Manténgase bajo la autoridad espiritual de su pastor.

 

7. Sométase Totalmente a Cristo Decida que todo pensamiento, toda palabra y toda acción reflejen la misma naturaleza del SEÑOR JESUS CRISTO. Permanezca en CRISTO para que el fruto del ESPIRITU SANTO pueda producirse en abundancia. Los espíritus demoníacos son enemigos del fruto del ESPIRITU SANTO. La fe y la confianza en DIOS son las mayores armas contra las mentiras del diablo. Recuerde lo que dice Efesios 6:16.

 

NOTA: Seguir estos siete pasos asegurará que su "casa" (su vida) esté llena después de haber sido limpiada. Ningún demonio podrá regresar y mucho menos traer otros con él. Si un espíritu le engaña y vuelve a entrar, asegúrese de su expulsión lo más rápido que pueda, ya sea que usted mismo lo haga o con la ayuda de otros creyentes. Si posteriormente aparecen en su vida otras áreas de actividad demoníaca, busque liberación. JESUS CRISTO ha hecho posible una liberación completa. Camine diariamente en liberación. ¡No se contente con menos! "Y si siendo enemigos se nos reconcilió con DIOS por la muerte de su Hijo, gloriosas serán sus bendiciones ahora que somos amigos y él vive en nosotros.

Frank Ida. Mae Hammond